¿De qué hablamos cuándo nos referimos a “educar sin violencia? Cuando hablamos de educar sin violencia lo primero que viene es lo no pegar, no dañar al otro y por supuesto tratar con amor.
Hay patrones de pensar, sentir y actuar que generan más posibilidades de generar violencia. Cuanto más impulsivos seamos nos costará parar más ante situaciones donde se requiere paciencia más que inmediatez. Los niños necesitan de un entorno de afecto y seguridad para poder explorar, reconocerse y aprender. Cuanta más exigencia haya estos aspectos se quedan en un segundo lugar porque lo que prima es la que las cosas salgan bien o como el adulto considera que está bien.
Los niños ante la presión del adulto que exige y no tiene en cuenta sus tiempos y sus necesidades acaba estresado, imagínate que todo el día esté diciéndote haz, ven quita, pon calla, no hables, deja eso, coge eso, no digas eso….la forma que el niño tiene de gestionar este estrés es distinto al adulto es con rabietas cuando es más pequeño o agresividad cuando es mayor. Es por eso que es importante tomar consciencia que lo que necesita el niño es mirar lo positivo y dale los tiempos, acordes con su edad, para que pueda pensar en la situación, ser consciente de cómo se siente él o el resto y actuar en consecuencia.
Como ayudar a nuestros hijos…
Aquí surge otro punto importante a la hora de educar sin violencia. Ellos aprenden por repetición e imitación, cuanto más repitan o se repita una forma ellos la integran en su sistema de creencias, en su forma de pensar, sentir y actuar y si el entorno lo hace es claro que ellos de una u otra forma lo harás. Cómo se manifiesta la educación sin violencia:
1.- No al reproche
2.- Nunca se pega, bajo ninguna condición ni circunstancias
3.- La violencia, “pegar”, no es un juego.
4.- No al chantaje emocional. Ejemplo Si haces esto te quiero más.
5.- Se habla con respeto, no se grita ni se insulta.
6.- Gestos con cuidado. La tensión se va a las manos y de forma inconsciente sale, tirando el mando, dando un golpe en la mesa…
7.- Los enfados se habla. El silencio es una forma de violencia cuando se utiliza para que el otro reaccione con sufrimiento.
8.- Dejar de utilizar la manipulación para conseguir algo: Me enfado y me compras el juguete que quiero.
9.- No a las amenazas. En lugar de ello muéstrale que confías. Ejemplo: Como me diga la abuela que te has portado mal no sales de tu cuarto. Confío mucho en ti sé que vas a ayudar a tu abuela, cuando vengas me cuentas todo lo que has hecho.
10.- Las relaciones no son de poder, son de respeto y cuidado. La norma número uno es tratarnos con respeto mutuamente, nadie tiene derecho sobre el otro para tratarle sin respeto porque entonces es un abuso de poder da igual de donde venga.
11.- Imágenes, películas, vídeos, juegos y videojuegos no violentas.
Claves como reflexión
El cerebro del niño está en continuo desarrollo, el 90% hasta los tres años. El estrés que causa el ambiente violento con ellos o hacia otras personas altera su desarrollo normal viéndose afectados en muchos casos para toda su vida. Los adultos tenemos mucha responsabilidad en este sentido.
El amor, es la clave. Educar sin violencia es educar con amor y serenidad. Recuerda alguien con quien sentiste un amor inmenso, cómo te sentías y con esa sensación te sentías capaz de todo, cualquier obstáculo se podía y se puede superar porque cuando las cosas se hacen con amor SIEMPRE salen bien. Si no ha salido bien es que ha estado el miedo, con pensamientos negativos hacia el otro o exigencia y, entonces ha vuelto a estar la inmediatez, que nos aleja de un trato con cuidado, serenidad y amor.
Educar sin violencia es educar con normas, con respeto, con consecuencias, con cuidado, con serenidad y como digo con amor pero no con miedo.
El adulto seguro y con confianza en sí mismo fue el que lo guiaron desde ahí, no creció con miedo y entonces su mente, emoción y cuerpo se alinearon para crecer y expandirse con todo su ser.