La importancia de tu Equilibrio en la Educación de tus hijos

 

En este artículo voy a hablaros del equilibrio mental, emocional y físico de las personas y cómo es necesario para acompañar a los niños y las niñas en sus procesos de desarrollo. Para ello es necesario reconocerse en el desequilibrio, una toma de consciencia si queremos educar para el bienestar personal y el de la familia en general.

La forma de pensar, sentir y actuar es clave en cómo un/a niño/a se desarrolla en ese sentido. En la infancia prevalece el aprendizaje por observación, aprendizaje vicario. El niño ante la presencia del adulto observa cómo actúa, su forma de expresarse y resolver las distintas situaciones. Así, va integrando formas de pensar, sentir y actuar en su estructura innata.

Me ha parecido oportuno incluir estas dos definiciones. Piaget (1969) destaca que no hay solo estímulos y respuestas, sino esquemas a los cuales se asimilan los estímulos y que producen las respuestas. El organismo no permanece pasivo, sino que se encuentra en un estado de búsqueda constante de alimentos funcionales (estímulos) susceptibles de poner en ejercicio uno u otro esquema. En esta línea, Ausubel para quién, “aprender” es, en sentido genérico, un proceso gradual de construcción y establecimiento de relaciones significativas. La aprehensión de conocimientos con sentido de relación, los aprendizajes significativos, son posibles cuando la persona es capaz de establecer relaciones “sustantivas y no arbitrarias” entre lo nuevo que aprende y lo que ya conoce.

 

¿Cuándo no estamos en equilibrio?

Las personas desde que nacemos estamos evolucionando hacia el equilibrio. Durante todo nuestro desarrollo a lo largo de la vida buscamos ese equilibrio entre lo que pensamos, sentimos y cómo actuamos en relación a nosotros mismos y a nuestro entorno. Un proceso que no todas las personas consiguen conocer en su proceso vital. Todo depende de la toma de consciencia. La clave está en dirigirnos a él. Solo el caminar en esa dirección ya genera en la persona poner atención en lo que le ayuda y descartar lo que no le sirve.

Esto en mí experiencia, es un gran paso hacia el equilibrio. El poner filtro a los pensamientos, emociones y formas de actuar que no nos ayudan a sentirnos bien, a resolver conflictos, a conseguir objetivos, a educar de forma positiva etc.

*  Todo lo que no te sirva te desequilibra.
*  No te sirve si te genera negatividad.
*  Si hace que te sientas sin ganas.
*  Te impide sonreír.
*  Te quita la ilusión.
*  No te permite una buena salud.
*  Choca con tu sistema de valores.
*  Te genera malestar.
*  Impide que te ocupes y avances.
*  Te genera miedo.
*  Produce enfado.
*  Lo que te estresa
*  Todo que te agota.

Si te das cuenta, muchas veces te has sentido así y te seguirás sintiendo porque el ser humano estamos en continuo reajuste entre lo que nos desequilibra y volver a nuestro equilibrio. No se trata de evitarlo sino de aprender a gestionarlo y volver al lugar que te sirve en ese momento para sentirte en equilibrio.

Aquí surge algo importante, ¿Cómo se sabe que una forma de pensar, sentir y actuar genera un desequilibrio si se ha utilizado toda la vida le ha bien a la persona y ahora le genera malestar?

Esto ocurre por ejemplo con los valores y sistemas de creencias en los que crecemos comenzamos por unos modelos que observamos y, en ese momento, sirvieron de reajuste para poder adaptarse al entorno y crecer en equilibrio, en esas circunstancias. Ahora en otro momento, esos valores quedan obsoletos porque tus circunstancias y necesidades son otras y es momento de revisarlos, si sientes que estás entrando en conflicto y no te ayudan a llevar la
forma de educar que te hace feliz.

En cada situación requiere centrarse en un forma de actuar (mental, emocional y/o física) para encontrar el equilibrio. En este sentido, cada persona tiene una tendencia personal. Hay personas que su desequilibrio tiende más a través de los pensamientos, otras en las emociones y otras en la forma de actuar físicamente. Es importante conocerse en ese sentido, la toma de consciencia es el primer paso de un gran cambio.

¿Cómo influye el desequilibrio del educador en el desarrollo integro de un niño/a?

Los niños son esponjas de lo que el adulto piensa, siente y hace. Esto no es nuevo. No sirve de nada que les digamos que lo hagan de una manera y nos mostremos de otra. Eso genera una incoherencia que genera una pérdida de equilibrio en el/la niño/a. Entendiendo aquí equilibrio como esa coherencia en su forma de pensar, sentir y actuar hacia su bienestar y desarrollo óptimo.

El niño y la niña en su desarrollo evolutivo y personal necesitan principalmente seguridad, afecto y confianza. Estos tres aspectos son claves para que podamos ayudarles a que exploren su propia forma de pensar, sentir y actuar y la integren de forma positiva y coherente con la que observa en el adulto de referencia. He seleccionado los desequilibrios más comunes en los adultos y que afectan a los menores en este sentido:

  • El miedo del adulto limita la tendencia natural del/la niña a explorar y aprender por descubrimiento generando un desequilibrio a nivel emocional.
  • La exigencia en el adulto puede venir bien para unas etapas y unos niños con carácter determinado pero no para otros. Ambientes muy estrictos generan desequilibrios causados por falta de confianza y seguridad. Cuando el adulto confía en el/la niño/a, aunque no lo haga como en principio es “la mejor forma” le está aportando algo mucho más valioso, la confianza en sí mismo para lograrlo.
  • El estrés. Es uno de los desequilibrios más común del siglo XXI. Los adultos están inmersos en la cultura del hacer y ocupar el tiempo y los/as niños/as también. Esto genera un desequilibrio en el cuidado de uno mismo.
  • Educarles en la toma de consciencia de que no todo vale cuando afecta negativamente a la salud y al bienestar en general. No centrarse tanto en el resultado sino más en esa forma que nos sirve o no para nuestro bienestar sería una buena forma de educar, en este sentido, del desequilibrio hacia el equilibrio.
  • Agotamiento. Junto lo anterior, este estado es generado por un desequilibrio por pensamientos que restan energía o por no dejar espacio para soltar emociones que pesan y agotan. Eso genera un desequilibrio que causa agresividad, irritabilidad y enfado. En este caso afecta a la forma de gestionar los conflictos con los menores y mantener paciencia. Este estado de agotamiento impide tratar los asuntos con los hijos/as con calma, no por ellos/as, sino porque el adulto, en este caso, no puede pensar, sentir ni actuar con claridad hasta que no descanse.
  • La necesidad de amor y reconocimiento. En este sentido el adulto manifiesta su desequilibrio en dar demasiado entregándose a los demás para sentirse amado y reconocido. Un arma de doble filo ya que nunca encuentra ese amor en los demás (el amor en equilibrio es el suyo propio) y acaba frustrándose, enfadado y exigiendo. Suelen generar relaciones con los hijos/as de dependencia o de mucha protección.

Hay muchos más.

 

Una reflexión

Todo el mundo tenemos desequilibrios, porque somos humanos. Es cuestión de observarnos y poner consciencia para, a partir de ahí, comenzar el camino hacia el cambio, hacia el equilibrio.

El mejor legado para tus hijos/as es sin duda educar con afecto, seguridad y confianza.
Acompañar a otro ser humano en su desarrollo es un gran regalo. Cada niño/a es un diamante que brilla dependiendo de la luz que reciba. Cada persona que pasemos por su vida le ayudaremos a que ese diamante muestra todo su esplendor o viva como una piedra más.

Todas las personas somos diamantes, todas brillamos y todas nacemos para vivir felices y en equilibrio. Se trata de hacer este camino más fácil. Cuando más conscientes seamos de nosotros mismos, de nuestro equilibrio y desequilibrio, llegaremos antes al camino de la felicidad y los niños/las niñas, que nos siguen, lo aprenderán.

 

Esther Ponce Blázquez

Psicóloga Educativa y Arteterapeuta Humanista Gestalt, con formación en Pedagogía Montessori y Educación Social. Apasionada del arte y el color.

 

Si tienes dudas me puedes encontrar:

www.estherponceblazquez.com

www.centro-educarte.com

contacto@estherponceblazquez.com

Consultas: https://bit.ly/39Rn23W

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